La criolipólisis utiliza bajas temperaturas para congelar y destruir las células grasas, que luego son eliminadas naturalmente por el cuerpo. Sus beneficios incluyen la reducción de grasa localizada sin cirugía y sin dolor, con resultados visibles en las semanas siguientes al tratamiento.

Una sesión típica de criolipólisis puede durar entre 30 a 60 minutos, dependiendo del área tratada y la cantidad de grasa a eliminar.

Sí, la criolipólisis es un procedimiento seguro y aprobado por la FDA que no causa efectos secundarios graves. Puede haber sensaciones temporales de frío, entumecimiento o enrojecimiento en la zona tratada, que desaparecen poco después del tratamiento.